- El pescado horneado a la sal queda con la piel
crujiente y la carne jugosa y no muy salada. La cor-
teza de sal ayuda a conservar al jugo del pescado.
aportando sabor. Antes de asar el pescado, escamelo,
saquele las viceras y sequelo con servilletas de papel.
- 1 Extienda uniformemente una capa de 5 centime-
tros de sal marina sobre la base de una vasija de fondo
grueso. Ponga el pescado sobre la sal y cubralo con
otra capa de sal (1,3 kg. de sal son suficientes para cu-
brir un pescado de 900 gramos
- 2 Rocíe unas gotas de agua sobre la sal. Hornee
el pescado unos 30 minutos a 220 grados C.
- 3 Con un pequeño martillo, rompa la capa de sal
de la superficie. Saque el pescado, sin romperlo. Elimi-
ne el exceso de sal y sirvalo
crujiente y la carne jugosa y no muy salada. La cor-
teza de sal ayuda a conservar al jugo del pescado.
aportando sabor. Antes de asar el pescado, escamelo,
saquele las viceras y sequelo con servilletas de papel.
- 1 Extienda uniformemente una capa de 5 centime-
tros de sal marina sobre la base de una vasija de fondo
grueso. Ponga el pescado sobre la sal y cubralo con
otra capa de sal (1,3 kg. de sal son suficientes para cu-
brir un pescado de 900 gramos
- 2 Rocíe unas gotas de agua sobre la sal. Hornee
el pescado unos 30 minutos a 220 grados C.
- 3 Con un pequeño martillo, rompa la capa de sal
de la superficie. Saque el pescado, sin romperlo. Elimi-
ne el exceso de sal y sirvalo